Cada día que pasa pierdo el sentido de mi existencia. En realidad ya no se quién soy. Ni por qué estoy aquí, ni siquiera cual es mi fin. Me doy cuenta de que me he sumergido en una auténtica pesadilla, de la cual me resulta casi imposible salir.
En este momento sobran las palabras y la música es la única que parece definirme. Pero aún así, a veces tengo la sensación de que ya nada me llena, que el vacío me invade y ocupa demasiado espacio en mi corazón innerte y roto, como las piezas de un puzle que no terminan de encajar bien.
Y una vez que el puzle deja de encajar, las piezas desaparecen y sobran. De modo que el puzle se queda sin completar, a medias. Al final lo que ocurre es que todo deja de existir. No hay pasado que pueda continuarse en el presente y se resuelva en el futuro. Las piezas dejan de formar un TODO para pasar a la NADA.
"No hay palabras, sólo lágrimas."