Impotencia. Es lo primero que se me viene a la cabeza y lo primero que se me ocurre escribir. Desde hace un tiempo soy incapaz de llenar con palabras una hoja en blanco. Me cuesta transmitir lo que siento y lo que antes adoraba y me gustaba, ahora me resulta imposible.
Podía pasarme horas escribiendo mundos paralelos, la descripción de un sentimiento que duró un segundo en 5 hojas... pero eso fue hace tiempo. Hace un año que las cosas han cambiado y a medida que el tiempo pasa soy incapaz de sacar tiempo y ponerme a escribir. Algo que hecho de menos y me cuesta mucho imaginarme mi vida sin letras.
Hace un año que perdí la ilusión y la oscuridad se apodero de mi. La imaginación, la esperanza, la aventura, el no mirar atrás, seguir el camino hacia delante... Todo eso forma parte de mi pasado, un pasado que ahora es fundamental y parece atormentar mi presente, porque todo lo malo vuelve a mi ser. Y todo lo bueno, apenas se deja ver por aquí. Quizá la suerte me haya abandonado o quizá sea yo que me he convertido en un imán para quitar el dolor de los demás e implantarlo en mi persona. Tal vez haya perdido mi camino y esté oculta en una niebla de la que no puedo salir. A lo mejor me he convertido en lo que más odiaba ser.
Hace un año perdí todo lo que era mio. Lo que me mantenía con una vida completa.
Nunca he sido de esas chicas "transparentes", siempre ha habido algo que ha impedido soltar lo que soy. Odio estar así y lo que más me molesta es no hacer nada por solucionarlo.
Hace un año que todo marchaba bien, que no había nadie que me detuviera. Pero creo que este estado en el que me encuentro está pasando por algo, algo que me haga ver quién soy realmente y por qué estoy aquí.
¿CUÁL ES MI MISIÓN?
Sinceramente, no lo sé. Y la confusión no ayuda lo suficiente, más bien todo lo contrario porque llegué a perder la ilusión en mi cumpleaños, y hoy ocurre lo mismo. Lo veo como un día cualquiera. Y cada año pierdo más esperanzas y la decepción me invade.
Espero que el tiempo me haga reaccionar y que me deje ser yo misma. Aunque para ello, a veces tenga que perder la paciencia y desesperarme.